De regreso...

Acabo de instalarme en mi lugar de trabajo después de haber estado, por segunda ocasión, en la vendimia de Casa Madero...
Qué les puedo decir? que fue una experiencia inolvidable, estar ahí y vivir todas esas tradiciones entre mexicanas y españolas...
Hospedarnos en la hermosa y antigua Hacienda, entre pasillos y verandas llenas de enredaderas de parras de uva y respirando la tranquilidad de un lugar a donde no entran las señales de los teléfonos y no hay televisión, ni ruido, es otro boleto...
Definitivamente uno de los mejores momentos de mi vida laboral y personal.
Lo mejor fue haber convivido nuevamente con los propietarios de Casa Madero, haber compartido la mesa en varias ocasiones y descubrir, por segunda ocasión, que son gente admirablemente sencilla, culta y educada, desde que llegas te hacen sentir como en tu casa...
Y eso se respira en el ambiente, los empleados, todos con cara alegre, super amables y serviciales, hasta se acordaron de nosotras...!
La comida, la bebida, los paseos, las fotografías, la noche de los matachines danzando bajo una luna llena hermosa, los fuegos artificiales, la pisada de las uvas, los desfiles, todo estuvo de lujo!
Mi orgullo: haber descubierto mi portada en la tienda de vinos de la Hacienda, enmarcada y a la luz de todos!
Sin duda ese lugar es mágico, es para descansar y olvidarte de todo, aunque vayas de trabajo.
Es el lugar donde aprendes y conoces la verdadera humildad de la gente y de paso pruebas un vino de buena calidad.
Qué más se puede pedir...?