
Queridos amigos blogueros, sólo quiero comunicarles que hoy por hoy, me siento INMENSAMENTE FELIZ Y TRANQUILA!
Que tengan un hermoso fin de semana! :O)
Me sorprende la facilidad que las mujeres tenemos para cosernos el velo al cráneo, y no hablo sólo por mi, la mayoría (si no es que todas) lo hemos hecho alguna vez en la vida...
Conocemos a alguien que nos agrada y con quien hacemos "click" e inmediatamente empiezan las imaginaciones y hasta se los contamos a las amigas!
Medio en broma medio en serio pero nuestra mente empieza a divagar "Y me voy a vivir a Panamá, aprenderé a surfear... nooo si su familia y yo nos vamos a llevar de maravilla, ellos me va a adorar porque yo soy LA ONDA y vamos a tener hijos hermosos. El único problema es mi pelo que se enchina con la humedad de la playa pero no importa, el amor lo puede todo!".
Y así, en treinta y cinco segundos resolvemos nuestra vida amorosa y futuro al lado de quien prácticamente acabamos de conocer...
Pero sabia virtud, de conocer el tiempo... porque de haber empezado con una sarta de ideas, alucinaciones, fantasmas y extraterrestres, en tres citas todo culmina en decepción pues el "pelado" resultó ser un mamón, nacote y aferrado a tocar los timbales en un antro a pesar de que seguridad ya lo ha bajado dos veces de ahí... qué osoooooooooo!
En ese momento, justo en ese momento terminamos preguntándonos, "qué demonios estaba pensando yo cuando acepté salir con este?"
Y luego ya en nuestra casa viene la "imaginancia" del futuro: "Que bueno que Dios me libró de ese hombre porque hubiera terminado en una choza en Panamá, toda china, gorda, despeinada y embarazada, con un "huerco" en brazos, otro de la mano y uno más haciendo castillos de arena a la orilla del mar mientras me ponen el cuerno con una costeñita".
De veras que podemos llegar a ser muy extrañas... pero lo peor del caso es que no nos pasa una, ni dos, nos pasa varias veces, y seguimos soñando y soñando hasta que encontramos al príncipe azul, ese que nos quiere y apapacha a pesar de nuestras chiflazones y nuestra baja y sube hormonal...
Ese al que le vale un gorro si andamos chinas o lacias, maquilladas o desmaquilladas, fashion o fashosas, y que cada mañana se despierta para agradecernos que estemos a su lado...
OK mi mente vuelve a divagar... por qué somos así...?!