Recuerdos y sensaciones...
Estos días han sido de andar en la calle visitando centros comerciales y tiendas super nice para tomar ideas interesantes para navidad...
Hace mucho que no lo hacía y la verdad es que andar de tienda en tienda, para mi resulta demasiada tentación pues es imposible resistirse y no salir con una bolsita de algo que realmente me gusta...
Ayer me tocó visitar Liverpool Valle Oriente y San Agustín, de donde salí con un par de bolsas que me encantaron y que ya necesitaba...
Saliendo de ahí tomé un camino que poco acostumbro, porque paso por la parte "feita" y hay mucho tráfico, pero como andaba como zombie por un momento no muy grato que pasé a la hora de la comida, pues le seguí derecho y fui a la calle esa que siempre me da curiosidad...
Saliendo del túnel para tomar Morones, hay una colonía muy pobre, con casas hechas con cartones y láminas, muy, muy pobre...
Y me ha tocado ver que de repente la gente que vive ahí hace su carne asada en la banqueta y se toman sus cervecitas, y siempre me llama la atención y quisiera entrar porque se ven lugares acojedores... extraña sensación...
Ayer por ser Halloween me tocó ver salir de esas casas a unos niños disfrazados, salían de una casa y entraban a otra, me dió la impresión de que se buscaban entre sí para ver qué se pondrían para salir a pedir dulces a la calle...
Mientras esperaba la luz del semáforo, no pude evitar tratar de asomarme al interior de esas casas, ya estaba oscureciendo y tenían prendida la luz...
Pude ver objetos muy viejos que la gente tira y ellos me imagino, recogen... Observé a los niños juguetear con sus disfraces, felices y recordé mi niñez...
Rara vez salíamos a pedir halloween, mi mamá siempre decía que era peligroso y que quién sabe qué dulces o cosas raras nos podían dar, así que ella nos compraba los dulces y así llenábamos la calabaza...
Si salíamos era muy temprano porque decían que más noche bajaban los niños de los cerritos y quién sabe por qué no querían nuestros papás que anduviéramos en la calle a esas horas...
Yo creo que nos cuidaban mucho de que no anduviéramos en la calle solas y tarde, al fin y al cabo éramos dos niñitas, así que nos protegían demasiado y raras veces salimos a pedir halloween...
Pero viendo a estos niños vinieron a mi mente esas noches de halloween, los disfraces, los dulces y todo el show para elegir cómo vestirte para salir a la calle...
De repente el semáforo cambia a verde y dejo atrás esa calle que me da tanta curiosidad, con esos niños disfrazados, buscándose unos a otros y esperando para salir a pedir sus dulces...
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