Autoengaño

O lo que es lo mismo, me hice cocowash yo solita, bueno, con un ligero empujoncito llamado vanidad...
Y es que ayer, después de cumplir mi jornada laboral del día, me fuí corriendo a una de esas tiendas departamentales a comprar una cremita, porque últimamente mis ojos se ven como que cansados y con mega ojeras marca Acme...
Claro, antes ya había checado en internet remedios caseros y artículos que recomendaran marcas confiables y con resultados al instante...
De manera que llegué directo al stand de mi interés a preguntar si tenían cremas para desaparecer las ojeras...
"Son ojeras por desvelos o hereditarias?", me dice la empleada que traía 20 kilos de maquillaje encima.
"No sé, creo que soy la única ojerosa en mi casa, y bueno, últimamente me he desvelado un poco", dije.
Total que saca su muestrario y comenta : "Tienes 10 minutos para mostrarte un secreto?"
Vaya con su mercadotencia! pues cuál secreto si a fin de cuentas todos sus menjurjes me los iba a estampar en quien sabe cuantos miles de pesos!
Pero bueno, yo acepté a ver con qué novedades me salía...
Primero me limpio el área alrededor de los ojos, sacó un gel refrescante y me lo aplicó, mientras me explicaba los efectos y las veces que tengo que aplicarmelo.
Luego sacó una mascarilla como crema y empezó a untarla con golpecitos, tomo unas toallitas estilo vendas y me tapo un ojo, luego el otro.
Así quedé yo, en oscuridad total en medio de una tienda departamental. "Me voy a sentir rara vendada en un centro comercial", le dije. La maldita sólo se ríe mientras me dice que va a dejar unas cosas y regresa...
Está de más decir que me sentí como una verdadera estúpida con los ojos vendados en medio de Liverpool, en una silla retro super incómoda, color rojo (la chequé antes de que me vendaran).
Pero intenté disfrutar la terapia y distraer mi mente haciendo experimentos, como tratar de concentrarme y escuchar hasta el chisme más lejano y oscuro del lugar, naaaaaada, no escuchaba nada...

"Mi bolsa! la deje sobre el mostrador a la luz de todos y adentro traigo mis Chanel!", fue otro de mis pensamientos.
Asi que estire la mano para comprobar que estuviera ahi y sí, afortunadamente aquí somos mas respetuosos con las cosas ajenas...
Luego asaltó mi mente el precio de las mentadas cremitas, 400, 500, 600 pesos cada una...? y cuál me serviría más...? en realidad servirán...?
Estaba yo bien metida en mis pensamientos cuando aparece la empleada "No creas que nos hemos olvidado de ti!", dice mientras me retira las toallitas de los ojos y quita el exceso de producto.
"Se te ven super bien!"
"Ay, no manches!", pensé, "sólo fueron 10 minutos!".
Me miré al espejo y me ví igual, pero bueno, pregunté cuál de los dos me hacía más falta porque despues de saber el precio, sí estaban algo caritos caritos pero bueno, los necesito y me lo merezco...
Mientras pasaban la tarjeta no dejaba de verme al espejo pero no veía diferencia, salí y camino a mi clase de yoga me observé al espejo retrovisor y wow, sí había cambio!
Obviamente mi ilusión óptica fue causada por el cambio de luz, pero ya había comprado la dichosa cremita, ahora a ver sí me quita las ojeras o de plano intento broncearme hasta quedar como negrita (que bien me hace falta) para que se despisten o, la solución más práctica, me convierto en la bella durmiente este fin de semana para recuperar fuerzas y desaparecer esas ojeras horribles...
Ya les contaré...